miércoles, 19 de noviembre de 2008
Nada le es ajeno a Wainraich
Los comienzos periodisticos de Sebastián Wainraich tuvieron lugar en su barrio de origen, Villa Crespo, en la producción de un programa que hablaba sobre Atlanta, el club de fútbol del que se confiesa fanático.
Más tarde el destino lo unió a Fernando Peña y fue durante muchos años productor de su programa de radio "El Parquímetro".
Pero su carrera no se detuvo y se hizo conocido por sus apariciones en tv. Hoy es la cara de Televisión Registrada, un programa que en canal 13 revisa el archivos en clave humorística y protagoniza también el micro Kitch, es sketch bizarro, parte de Duro de Domar.
Pero Wainraich no està dispuesto a abandonar ninguna disciplina, también protagoniza la obra de stand up Comicos y públicó dos libros de cuentos "Estoy cansado de mí" y "Ser feliz me da verguenza".
Sin embargo, reconoce que su gran amor es la radio. Todos los días se lo puede escuchar por 3 horas en Radio Metro, en el programa Metro y medio que conduce con Julieta Pink.
Ahora que ya saben lo que hace, le dejamos para que escuchen sus palabras en una entrevista especialmente producida para el blog por Pablo Hernández.
lunes, 17 de noviembre de 2008
Memoria sin fugas
Escribe Claudio Tamburrini en su libro Pase Libre: “Con los ojos vendados, las sensaciones auditivas fueron las que nos permitieron orientarnos. Logramos deducir que el ferrocarril que se escuchaba era el Sarmiento, porque es el único que tiene ocho vagones”.
Ni uno más ni uno menos. Los ocho golpes dobles que se oían entonces, se siguen escuchando hoy y provocan escalofríos en cada uno de los visitantes que, antes de ir al museo, leyó la obra autobiográfica del filósofo y ex arquero de Almagro que durante la dictadura logró escaparse junto a otros 3 detenidos del centro clandestino Mansión Seré, ubicado en el límite entre las localidades de Castelar e Ituzaingó.
En donde se encontraba el campo de prisioneros, al que los represores llamaban “Atila”, ahora se realizan tareas de excavación arqueológica. A 50 metros de allí está la Casa de la Memoria y la Vida, donde funciona el museo que se inauguró el 1ro de Julio de 2000.
Es una casita blanca de dos plantas, bastante pequeña, que en sus paredes recuerda los rostros de cada uno de los hombres y mujeres que estuvieron allí cautivos. Cerca de la entrada, un panel muestra un enorme mapa de Argentina en el que fueron marcados con puntos rojos los lugares donde funcionaron centros clandestinos de detención. Es impactante ver como en algunas zonas, las de mayor desarrollo industrial, las marcas son tantas que parecen un solo gran punto. El museo también ofrece el relato de la historia del lugar –contada por medio de placas a lo largo de la casa-, películas documentales sobre el Proceso y visitas guiadas a la excavación.
Pero lo más llamativo que observa el visitante es una colcha anudada que cuelga desde una ventana del primer piso. Simboliza la fuga que el 24 de marzo de 1978 obligó a las Fuerzas Armadas a demoler e incendiar abruptamente la Mansión Seré, para intentar borrar todo rastro de lo que allí ocurría.
“Con un tornillito de una de las camas, usado como llave cruz, abrimos una de las ventanas”, relata Tamburrini en su libro, y agrega: “Calculamos todo con precisión de desesperados: el horario de los cambios de guardia, la fecha en que lo haríamos, la altura de la casa...”
Cinco metros había entre el final de las colchas y el suelo. Se colgaron y se dejaron caer –tenían aproximadamente unos diez minutos entre la salida de un guardia y la llegada de otro-. Saltaron la cerca que custodiaba el predio y comenzaron a correr. “Desorientados, atemorizados, esposados y desnudos, nuestra imagen debió ser desoladora”, recuerda en sus líneas Tamburrini.
El sonido de los silbatos y las sirenas indicaba que los captores habían descubierto la fuga, por lo que nuestros prófugos decidieron dejar de huir y buscar un lugar donde esconderse. Tamburrini se ocultó en el jardín de una casa, mientras que sus tres compañeros, Daniel Rusomano, Guillermo Fernández y Carlos García, se acurrucaron en una obra en construcción. Ya en esos momentos habían comenzado a rastrearlos con helicópteros que lanzaban haces de luz por todos lados. Era cuestión de tiempo para que los vean. "Pero una bendita tormenta eléctrica los disuadió y pudimos escapar”, respira el autor del libro.
En la excavación se observan los cimientos de los muros que alguna vez marcaron el contorno de la mansión, un palacete de estilo francés construido por los herederos del inmigrante vasco Juan Seré a principios del siglo XX. También se ven claramente las marcas de la demolición y del incendio que tuvieron lugar allí. Pero la mirada de los visitantes se centra en la pared de uno de los sótanos, en la que unas grandes y oxidadas arandelas metálicas y algunas pintadas difusas recuerdan que esa película de terror que se contó en la pequeña casa blanca ocurrió realmente.
El relato de Antonella Di Vruno, una de las arqueólogas que guían el recorrido en la excavación, se interrumpe por el sonido de ocho vagones que se acercan a la estación Castelar de la ex línea Sarmiento. El silencio se prolonga por unos cuantos segundos. Una ráfaga de viento coquetea con la colcha que cuelga de la ventana del museo y hacia allí apuntan entonces los ojos de los visitantes. El tren se aleja y Antonella vuelve a su relato. Pero las palabras sobran. La historia ya ha sido contada.
jueves, 30 de octubre de 2008
OBJETIVIDAD EN EL PERIODISMO
¿FICCIÓN O REALIDAD?
Ser objetivo, en cualquier índole de la vida, es contar un relato, un dato, una noticia o una información en general sin viciarla con la visión del que la está diciendo. Pero este concepto toma una valor superlativo en el periodismo ya que en esta profesión lo que se valora es justamente el informar los hechos sin contaminarlos con apreciaciones personales. Muchas veces en cualquier ámbito se habla de que “esta información es de buena fe”; otro concepto abstracto: la fe. La fe medida ¿con respecto a que? Un auto pudo haber chocado, es el dato de la realidad y es cierto. Pero el conductor podría estar ebrio porque lo habían echado del trabajo y finalmente se concluye en que el país es un pandemonio de gente sin trabajo. Con este mero ejemplo donde se relata una sucesión de hechos se termina informando y concluyendo que el incremento de los accidentes de tráfico tiene que ver con que el país atraviesa una crisis económica y por ende de desempleo masivo. A su vez la objetividad se puede asociar al compromiso moral que tiene el periodista no sólo con el público sino con él mismo en clara defensa a su trabajo. Pero ¿qué es la moral? Para el filósofo alemán Friedrich Nietzsche la moral es un invento de los hombres para contenerlos dentro de un marco social aceptable. Ese marco al que hace referencia el pensador no es otro que las buenas conductas de convivencia de las personas, las leyes que limitan sus accionares –y el de los periodistas también por los juicios por calumnias e injurias-, en definitiva una inmensa cantidad de pautas del buen vivir. En definitiva la moral de cada individuo está medida por cada una de las mismas personas. Lo que es moral para uno puede no serlo para otro, o ¿acaso no vemos reiteradas veces que quienes pregonan o defienden una postura moral muchas veces la corrompen? Y ¿ahora? La palabra corrupción; flagelo tan presente en la actualidad. El periodismo no está exenta de ella, y lo peor es que es muy notoria, entre otras cosas, porque el periodismo es exposición. La opinión que hace la gente común de los periodistas reconocidos en el medio está en la misma calle: el público sabe lo que escucha y de parte de quien viene cierta idea u opinión. Por el análisis se puede concluir que tenemos 2 conceptos subjetivos (buena fe y moral) que definen a un concepto subjetivo como es, paradójicamente, la objetividad; y por otro lado se nombró algo tan tangible como la corrupción: la gran promotora de unos cuantos males.
¿Estamos frente a una discusión estéril? ¿Un coloquio que no lleva a ningún puerto? Algunos códigos de ética de periodismo indican, entre otros puntos que:
- El periodista es garante del derecho a la información que asiste a toda persona.
- La información que suministre será veraz y condicionada al bien común.
- Pondrá todo su empeño en buscar la verdad, y cuando haya incurrido en error, toda su capacidad en remendarlo.
- Procurará que su ánimo esté libre de prejuicios y de odios en el momento de suministrar información.
- El periodista es un servidor público.
Más allá de que estas cláusulas parecieran sonar a demasiado son el compromiso que cada comunicador debiera asumir al momento de dar una información. ¿Estarán estos códigos colgados en las paredes de los medios de comunicación? O lo que es peor ¿estará en la conciencia de quienes ejercen esta profesión?
Entrevista a Nelson Castro
Puede gustar o no su estilo, se puede compartir su visión o no con respecto a la problemática social pero es indudable que a Nelson Castro, uno de los principales referentes en el periodismo, se lo asocie con una cualidad que debe tener todo periodista: honestidad y objetividad al informar.
Nelson Castro, es conductor desde hace trece años del programa "Puntos de vista" en Radio del Plata y desde hace ocho "El Juego Limpio" en Todo Noticias (TN).
¿Se puede hablar de objetividad en el periodismo?
Creo que la objetividad en el periodismo debe ser un imperativo moral. Significa para mí ser fiel a la información, transmitirla sin recortes o sobre-interpretaciones.
La gente debe estar informada para forjar su propia opinión y es la principal misión del periodista proporcionarle los datos necesarios.
Entonces, ser objetivo, trae algo así como “complicaciones”, el periodismo local se siente de alguna manera censurado?
En mi caso yo no tengo ningún tipo de censura; muchas veces opino cosas distintas. Lo que pasa que todos no tienen esa situación, ese es el problema que hay, no está mal que un medio tenga su línea editorial, es perfectamente lícito, es bueno y aconsejable que pueda tener voces distintas dentro de esa línea editorial, eso es el ideal pero se ve poco.
¿Qué opina de la libertad de prensa en la Argentina?
Es irregular, hay un grupo minoritario que tenemos plena libertad de prensa, Jorge Lanata, Magdalena Ruiz Guiñazú, y hay una mayoría enorme que no tienen libertad de prensa y yo me siento comprometido para que todos puedan tenerla. No es un privilegio de unos pocos sino que es un derecho, no solamente de los periodistas si no de la sociedad.
¿Cómo analiza la situación de corrupción en el periodismo?
Necesitamos un recambio cultural, estoy trabajando mucho el concepto de construcción de ciudadanía, hay periodistas que de alguna manera “operan” a favor de este u otro y eso hace a la corrupción por no ser justamente objetivos u honestos. Uno podría pensar en el recambio con las nuevas generaciones, pero creo que se deben cambiar los conceptos culturales de la sociedad en su conjunto. Siempre pongo de ejemplo una encuesta que hizo el año pasado la Universidad de Belgrano, le preguntaban a gente joven: “Si ustedes no fueran sorprendidos ¿cometerían un acto de corrupción?” El 50% respondió que si. El germen del problema esta ahí. Tenemos que trabajar mucho de cara a nosotros, tenemos que asumir la responsabilidad de este discurso que es menos simpático. ¿Cómo sociedad somos tan distintos que esos dirigentes? Y… muchos no.
¿Le alcanza con denunciar hechos de corrupción o sueña con hacer algo o en participar en algún cambio?
Mi trabajo es ser periodista, mi aporte en el cambio es este. Yo no tomo al periodismo como un medio para alcanzar otras finalidades políticas. Nuestro trabajo tiene una consecuencia política en el sentido amplio muy fuerte. Creo que nos toca una responsabilidad enorme. Para el periodista el campo de acción es este, el denunciar, el informar, el generar espacios de pluralidad. Permitiendo que la gente se exprese generas fenómenos de cambios en la sociedad, una sociedad más independiente del poder.
¿Usted considera que no hay programas serios de periodismo en la televisión abierta?
No hay programas de calidad periodística básicamente por dos cosas, primero tiene un precio político ya que es muy fuerte para un canal de aire tener a ciertos periodistas. Y segundo que tenemos que cambiar la achura de los programas políticos, el que yo hago para el cable está bárbaro, pero para la televisión abierta está agotado. Para la televisión, hoy con lo que es la competencia, hay que usar un lenguaje más televisivo, con producción. Exige costos y es un elemento más que hace que esto no se haga. Hoy un programa alrededor de la mesa no aguanta, además porque los protagonistas pesados, que hoy son menos que en la década del 90, no van.
¿FICCIÓN O REALIDAD?
Ser objetivo, en cualquier índole de la vida, es contar un relato, un dato, una noticia o una información en general sin viciarla con la visión del que la está diciendo. Pero este concepto toma una valor superlativo en el periodismo ya que en esta profesión lo que se valora es justamente el informar los hechos sin contaminarlos con apreciaciones personales. Muchas veces en cualquier ámbito se habla de que “esta información es de buena fe”; otro concepto abstracto: la fe. La fe medida ¿con respecto a que? Un auto pudo haber chocado, es el dato de la realidad y es cierto. Pero el conductor podría estar ebrio porque lo habían echado del trabajo y finalmente se concluye en que el país es un pandemonio de gente sin trabajo. Con este mero ejemplo donde se relata una sucesión de hechos se termina informando y concluyendo que el incremento de los accidentes de tráfico tiene que ver con que el país atraviesa una crisis económica y por ende de desempleo masivo. A su vez la objetividad se puede asociar al compromiso moral que tiene el periodista no sólo con el público sino con él mismo en clara defensa a su trabajo. Pero ¿qué es la moral? Para el filósofo alemán Friedrich Nietzsche la moral es un invento de los hombres para contenerlos dentro de un marco social aceptable. Ese marco al que hace referencia el pensador no es otro que las buenas conductas de convivencia de las personas, las leyes que limitan sus accionares –y el de los periodistas también por los juicios por calumnias e injurias-, en definitiva una inmensa cantidad de pautas del buen vivir. En definitiva la moral de cada individuo está medida por cada una de las mismas personas. Lo que es moral para uno puede no serlo para otro, o ¿acaso no vemos reiteradas veces que quienes pregonan o defienden una postura moral muchas veces la corrompen? Y ¿ahora? La palabra corrupción; flagelo tan presente en la actualidad. El periodismo no está exenta de ella, y lo peor es que es muy notoria, entre otras cosas, porque el periodismo es exposición. La opinión que hace la gente común de los periodistas reconocidos en el medio está en la misma calle: el público sabe lo que escucha y de parte de quien viene cierta idea u opinión. Por el análisis se puede concluir que tenemos 2 conceptos subjetivos (buena fe y moral) que definen a un concepto subjetivo como es, paradójicamente, la objetividad; y por otro lado se nombró algo tan tangible como la corrupción: la gran promotora de unos cuantos males.
¿Estamos frente a una discusión estéril? ¿Un coloquio que no lleva a ningún puerto? Algunos códigos de ética de periodismo indican, entre otros puntos que:
- El periodista es garante del derecho a la información que asiste a toda persona.
- La información que suministre será veraz y condicionada al bien común.
- Pondrá todo su empeño en buscar la verdad, y cuando haya incurrido en error, toda su capacidad en remendarlo.
- Procurará que su ánimo esté libre de prejuicios y de odios en el momento de suministrar información.
- El periodista es un servidor público.
Más allá de que estas cláusulas parecieran sonar a demasiado son el compromiso que cada comunicador debiera asumir al momento de dar una información. ¿Estarán estos códigos colgados en las paredes de los medios de comunicación? O lo que es peor ¿estará en la conciencia de quienes ejercen esta profesión?
Entrevista a Nelson Castro
Puede gustar o no su estilo, se puede compartir su visión o no con respecto a la problemática social pero es indudable que a Nelson Castro, uno de los principales referentes en el periodismo, se lo asocie con una cualidad que debe tener todo periodista: honestidad y objetividad al informar.
Nelson Castro, es conductor desde hace trece años del programa "Puntos de vista" en Radio del Plata y desde hace ocho "El Juego Limpio" en Todo Noticias (TN).
¿Se puede hablar de objetividad en el periodismo?
Creo que la objetividad en el periodismo debe ser un imperativo moral. Significa para mí ser fiel a la información, transmitirla sin recortes o sobre-interpretaciones.
La gente debe estar informada para forjar su propia opinión y es la principal misión del periodista proporcionarle los datos necesarios.
Entonces, ser objetivo, trae algo así como “complicaciones”, el periodismo local se siente de alguna manera censurado?
En mi caso yo no tengo ningún tipo de censura; muchas veces opino cosas distintas. Lo que pasa que todos no tienen esa situación, ese es el problema que hay, no está mal que un medio tenga su línea editorial, es perfectamente lícito, es bueno y aconsejable que pueda tener voces distintas dentro de esa línea editorial, eso es el ideal pero se ve poco.
¿Qué opina de la libertad de prensa en la Argentina?
Es irregular, hay un grupo minoritario que tenemos plena libertad de prensa, Jorge Lanata, Magdalena Ruiz Guiñazú, y hay una mayoría enorme que no tienen libertad de prensa y yo me siento comprometido para que todos puedan tenerla. No es un privilegio de unos pocos sino que es un derecho, no solamente de los periodistas si no de la sociedad.
¿Cómo analiza la situación de corrupción en el periodismo?
Necesitamos un recambio cultural, estoy trabajando mucho el concepto de construcción de ciudadanía, hay periodistas que de alguna manera “operan” a favor de este u otro y eso hace a la corrupción por no ser justamente objetivos u honestos. Uno podría pensar en el recambio con las nuevas generaciones, pero creo que se deben cambiar los conceptos culturales de la sociedad en su conjunto. Siempre pongo de ejemplo una encuesta que hizo el año pasado la Universidad de Belgrano, le preguntaban a gente joven: “Si ustedes no fueran sorprendidos ¿cometerían un acto de corrupción?” El 50% respondió que si. El germen del problema esta ahí. Tenemos que trabajar mucho de cara a nosotros, tenemos que asumir la responsabilidad de este discurso que es menos simpático. ¿Cómo sociedad somos tan distintos que esos dirigentes? Y… muchos no.
¿Le alcanza con denunciar hechos de corrupción o sueña con hacer algo o en participar en algún cambio?
Mi trabajo es ser periodista, mi aporte en el cambio es este. Yo no tomo al periodismo como un medio para alcanzar otras finalidades políticas. Nuestro trabajo tiene una consecuencia política en el sentido amplio muy fuerte. Creo que nos toca una responsabilidad enorme. Para el periodista el campo de acción es este, el denunciar, el informar, el generar espacios de pluralidad. Permitiendo que la gente se exprese generas fenómenos de cambios en la sociedad, una sociedad más independiente del poder.
¿Usted considera que no hay programas serios de periodismo en la televisión abierta?
No hay programas de calidad periodística básicamente por dos cosas, primero tiene un precio político ya que es muy fuerte para un canal de aire tener a ciertos periodistas. Y segundo que tenemos que cambiar la achura de los programas políticos, el que yo hago para el cable está bárbaro, pero para la televisión abierta está agotado. Para la televisión, hoy con lo que es la competencia, hay que usar un lenguaje más televisivo, con producción. Exige costos y es un elemento más que hace que esto no se haga. Hoy un programa alrededor de la mesa no aguanta, además porque los protagonistas pesados, que hoy son menos que en la década del 90, no van.
domingo, 26 de octubre de 2008
Otra batalla política ganada por Evo trae tranquilidad a Bolivia
Tras meses de enfrentamientos, disputas públicas y una profunda crisis institucional, el acuerdo logrado este martes en el congreso boliviano para convocar a un referendo sobre la nueva constitución del país trajo alivio a la ciudadanía.
El consenso, que dio vía libre a la consulta popular que se llevará a cabo en enero del año próximo, fue reconocido unánimemente como una importante victoria para el presidente Evo Morales.
La clave de este triunfo del Gobierno boliviano fue haber logrado una profunda división entre los partidos opositores; mientras que los líderes cívicos de Santa Cruz se mantuvieron firmes contra el proyecto del gobierno, el partido Podemos voto a favor.
Morales logro el apoyo de Podemos tras renunciar a presentarse a una segunda reelección que lo hubiera habilitado a quedarse en el poder hasta 2019. Ahora, en cambio, si resulta reelegido gobernará hasta 2014.
El pueblo boliviano espera que este acuerdo marqué el final de los enfrentamientos civiles que viene sufriendo el país, que en septiembre pasado mostraron una violencia inusitada por parte de la minoría opositora y dejaron un saldo de 19 muertos.
lunes, 20 de octubre de 2008
San Lorenzo los mira a todos desde Arriba
Encaminándose a su recta final, el torneo Apertura muestra un claro y cómodo dominador: el San Lorenzo de Russo. La diferencia con los demás no es sólo en juego, sino en resultados. Sacó 25 puntos de 30 en juego, igual que el año pasado cuando se coronó campeón con Ramón Diaz, y gran parte de esto puntos los logró con un fútbol de alto vuelo.
El partido del sábado mostró quizá la más floja actuación desde la derrota con Tigre en la primera fecha, pero a diferencia de casi todos los equipos el ciclón gana también cuando juega mal y sigue sumando los tres puntos, encaminandose a su enecima conquista.
El campeonato no está definido y el líder tendrá varias paradas difíciles antes de llegar a la estación de la gloria. Racing, Boca, Newell's, Huracan y Argentinos recibirán al que hasta hora parece el gran candidato. Mientras que los de Boedo serán locales de Gimnasia, el lobo jujeño, lanús e independiente.
Aunque muchos piensen que el Apertura ya tiene dueño, en Boedo se encargán de desmentirlo y buscan seguir a este paso que sin dudas, es el paso de Campeón
El Gol del Cuqui Silvera.
domingo, 19 de octubre de 2008
Tristeza nao tem fim, felicidade sim
Se cumplen 50 años de existencia de la BossaNova, un movimiento musical que tuvo como máximos exponentes al compositor Tom Jobim y al cantante Joao Gilberto y tiene en nuestro país un número significativo de fanáticos.
Un ritmo casi tan nostálgico como el Tango, festeja sus bodas de oro con un recital de Gal Costa el próximo Miércoles 29 de Octubre, ocasión en la que presentará por primera vez su álbum "Gal Costa canta Tom Jobim". La cita es en el teatro Gran Rex a las 21:30hs.
En el marco de esta conmemoración, el 11 de noviembre, Toquinho y su Quarteto Em Cy homenajeará al inigualable Vinicius de Moraes, también en el Gran Rex.
Queridos lectores aquí les dejo un programa especial sobre los 50 años de la bossa, conducido por Julieta Muñoz y quien les escribe. Espero que lo disfruten.
viernes, 26 de septiembre de 2008
Campaña Nacional de Rubéola
El lunes pasado se lanzó la campaña nacional de vacunación contra la rubéola. La campaña, diagramada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) está dirigida a hombres de entre 16 y 39 años, y a mujeres que no hayan sido inmunizadas en la campaña hecha en 2006. En aquel entonces según datos del Ministerio de Salud Provincial se vacunaron 6.718.314 mujeres de entre 15 y 39 años. En ambas oportunidades la vacunación fue gratuita.
Esta enfermedad que viene atacando a la raza humana desde el siglo XVIII es un virus de fácil contagio y por ende fácilmente propagable "cualquiera puede adquirir la enfermedad, sólo se necesita estar en contacto con las gotitas de saliva que una persona infectada expele al toser, hablar o estornudar, o con objetos contaminados por esas secreciones‡" explica Alejandro Costa, director de Medicina Preventiva del Ministerio de Salud provincial. Y agrega un dato aun más desalentador: "El 50% de quienes la contraen no tiene síntomas, lo que hace imposible la toma de medidas preventivas‡".
A su vez los bebés en gestación pueden contaminarse ya que si una mujer embarazada se infecta el virus puede atravesar la placenta y producir una infección del embrión. Si ocurriera esta situación el bebé padecería el Síndrome de Rubéola Congénita (SRC) lo que implica consecuencias graves como sordera, cardiopatías, retraso metal y malformaciones. Para tomar verdadera conciencia de esta patología, basta mencionar el caso de Estados Unidos: entre los años 1964 y 1965 se produjo una pandemia mundial (afecto también a Europa) de rubéola que provocó la infección de más de 20 mil bebés, de los cuales más de 2000 murieron en el período neonatal entre otras estadísticas que causan escalofríos leerlas. Aquí, en Argentina, la secretaría de Salud provincial estima que si no se llevaran a cabo estas campañas masivas cada año nacerían al menos 1.500 chicos con SRC.
Esta enfermedad que viene atacando a la raza humana desde el siglo XVIII es un virus de fácil contagio y por ende fácilmente propagable "cualquiera puede adquirir la enfermedad, sólo se necesita estar en contacto con las gotitas de saliva que una persona infectada expele al toser, hablar o estornudar, o con objetos contaminados por esas secreciones‡" explica Alejandro Costa, director de Medicina Preventiva del Ministerio de Salud provincial. Y agrega un dato aun más desalentador: "El 50% de quienes la contraen no tiene síntomas, lo que hace imposible la toma de medidas preventivas‡".
A su vez los bebés en gestación pueden contaminarse ya que si una mujer embarazada se infecta el virus puede atravesar la placenta y producir una infección del embrión. Si ocurriera esta situación el bebé padecería el Síndrome de Rubéola Congénita (SRC) lo que implica consecuencias graves como sordera, cardiopatías, retraso metal y malformaciones. Para tomar verdadera conciencia de esta patología, basta mencionar el caso de Estados Unidos: entre los años 1964 y 1965 se produjo una pandemia mundial (afecto también a Europa) de rubéola que provocó la infección de más de 20 mil bebés, de los cuales más de 2000 murieron en el período neonatal entre otras estadísticas que causan escalofríos leerlas. Aquí, en Argentina, la secretaría de Salud provincial estima que si no se llevaran a cabo estas campañas masivas cada año nacerían al menos 1.500 chicos con SRC.
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